Publicaciones - Revista Ciencias

4.1 ENERGÍAS RENOVABLES

Fuentes alternativas de energía.

Las fuentes alternativas de energía, también llamadas energías limpias o verdes,
son aquellas que no representan amenaza para el medio ambiente, debido a que no
generan residuos contaminantes, o que aún generándolos, son más eficientes que las
fuentes tradicionales.

Algunos ejemplos de energías limpias son: el hidrógeno como combustible, la biomasa,
el biodiesel, la energía solar, la energía eólica y la misma energía nuclear.

Hidrógeno. Se presenta como un combustible que no contamina al ser consumido,
pues sólo produce vapor y agua. Proporciona una gran cantidad de energía y es
totalmente renovable. Sin embargo, tiene desventajas que se deben vencer para ser
una alternativa generalizada: debe ser generado o producido mediante el consumo de
otros combustibles, su generación necesita, actualmente, el doble de energía que la
que necesitan el carbón, la energía nuclear o los paneles solares. Su almacenamiento
es complicado y para su transporte hay que licuarlo, consumiendo el 12% de la energía
que puede proporcionar.

• Biomasa. Comprende todo el material orgánico disponible que, en otras condiciones,
puede considerarse como desperdicio: humus, basura orgánica, excrementos, lodos
residuales de plantas tratadoras de agua, etc. Este material se aprovecha de distintas
formas y se obtiene energía de él.

• Energía solar. Es una de las energías renovables más importantes que existen. Es una fuente de energía aún desperdiciada y no se ha sabido aprovechar al máximo para producir energía y sustituir a los combustibles fósiles. Puede ser aprovechada de forma térmica mediante intercambiadores de calor utilizando agua; o fotovoltaica (conversión directa de luz en electricidad a    nivel atómico) a través de celdas.

• Energía eólica. Es un tipo de energía que se origina al aprovechar el movimiento natural
de las masas de aire de nuestro planeta; es captada mediante aerogeneradores o turbinas eólicas que basan su funcionamiento en la rotación de sus aspas o hélices, que a su
vez hacen girar el eje central de un generador eléctrico.
La energía cinética del viento es aprovechada directamente en la generación de
energía eléctrica, pero también mediante molinos de viento, en la extracción de agua
del subsuelo, en la irrigación de áreas de cultivo o en la molienda de granos y semillas.
La generación de energía eléctrica en México por medios eólicos es cerca de 2%
de la producción total; sin embargo, el potencial eólico estimado es de alrededor de
14 por ciento de la capacidad total de generación eléctrica instalada actualmente en
todo México. En México, específicamente en La Ventosa, Oaxaca existe una planta
generadora de electricidad a partir de la energía eólica. Es en el Istmo de Tehuantepec
donde existe uno de los mayores potenciales generadores en cuanto a energía eólica del mundo.



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